He pintado durante 13 años, desde 2009, soy un artista de tiempo completo.

Mis composiciones son a través de bloques de color para lograr que la imagen se perciba de manera tridimensional. Los bloques  de color son como grandes pedazos de papel apilados  capa  por capa para dar una profundidad de campo.

Antes de pintar, utilizo  un  software  de  procesamiento de imágenes para segmentar la imagen,  y luego  organizo las formas geométricas y alterno varios bloques  de  tonos simplificando  los   detalles del  paisaje. En  el  proceso de pintura,  ajusto la  forma y el color para lograr un  efecto armónico. Considero que la pintura plana,  sin sombras, puede traer un efecto  etéreo y  la sensación de volumen también.

 

Los colores  brillantes se utilizan en lo decorativo. Me encanta el color,  hace que la gente se sienta cálida y armónica. Los colores fuertes  pueden ser inspiradores, llamativos y alegres. Los colores oscuros  hacen que las personas estén tranquilas y frescas; la combinación de colores contrastantes genera que la imagen sea  dinámica;  la coordinación de colores,  que la  imagen  sea más estable, y la apilación o superposición de ellos es   como  el  director de la obra, lo que añade el  más alto  “valor artístico" a la  creación.
 

Creo que la manera subjetiva de crear es  lo que me define  como  artista.  Mi  arte es una expresión de mi  ser interior, un símbolo  externo de mi percepción del  mundo exterior.
 

El camino  del artista es accidentado y solitario, requiere de gran entusiasmo y perseverancia para  continuar. Cada experiencia  de vida  es preciosa, somos la colección de experiencias pasadas, es por eso que el propósito del arte es la autoexpresión.  Es una forma de  mostrar  los  sentimientos y emociones de alguien. El arte da sentido  a  nuestras vidas y  nos ayuda a entender nuestro mundo.  A través de nuestras obras, podemos entender mejor nuestra cultura, historia y tradiciones.  Permite  que  personas de  diferentes culturas y tiempos  se comuniquen a través  de imágenes, sonidos e historias que nos afectan a todos.  

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Emily Shih nació en Taiwán.  Trabaja  en acrílico y acuarela.  Ha participado en numerosas exposiciones a nivel nacional e internacional en las que ha ganado numerosos premios.  Sus obras han sido invitadas a exposiciones en Europa, América del Sur, el Medio Oriente y el Sudeste Asiático.  

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Shih  comienza sus creaciones artísticas a temprana edad, desde entonces nunca se ha  detenido.  Para ella, el arte  es  enamorarse de  algo, es un conjunto de sentimientos que emanan dentro de uno mismo. Las  obras de Emily Shih están inspiradas en la  belleza de la naturaleza.  Transforma  lo realista en su propio mundo brillante y espléndido. Así es  como alaba la naturaleza y encuentra su forma de autoexpresión.

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Utiliza colores brillantes y saturados, organiza las formas irregulares, y alterna varios bloques de color, simplificando los detalles del  paisaje. Le gusta mostrar a través del color, el espacio, el ritmo y las impresiones;  construye nuevas imágenes y resonancias visuales.  Ella piensa que pintar  no se trata de  copiar ciegamente la  realidad sino de buscar armonía en las relaciones entre los objetos. Hay colores y ligereza en la naturaleza, riquezas increíbles que se descubren cuando se  observa  cuidadosamente.  

 

Utiliza el contorno, el alto contraste y la simplificación de  la imagen para que simule  una composición con hojas de papeles  de colores cortadas en  bruto. 

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Emily Shih cree que ningún color es absolutamente bueno o  malo, considera que esto depende de si la relación entre cada uno es correcta o  no.    Si el  color  y el volumen son los adecuados, y se  colocan en  la  posición  correcta en el espacio  se puede crear belleza.

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Ella pinta paisajes naturales, puestas de sol, montañas y ríos, reflejos del agua,  lugares a los que  ha viajado  y lugares a los que desea ir. Además, le encantan  los temas positivos, optimistas y alegres.   Desea que los espectadores miren sus obras de arte y sientan lo mismo  que  ella: paz, felicidad, alegría y creer en algo bueno.

 

Emily Shih utiliza sus obras para sanar el corazón de  las personas, a través de ellas  transmite una  armonía suave y pacífica. Considera que la  temperatura del  pincel puede aliviar la soledad  del corazón, y que el arte puede utilizarse para colorear al mundo.