TÉCNICA: Acrylic on canvas / Acrílico sobre lienzo
TAMAÑO: 122 x 122 cm
AUTOR: Alfredo Sosa
 
The COVID-19 pandemic is deeply significant in the history of our times. This situation has changed our way of life; it is still unclear what is truly happening. We long to know the truth: what interests are at play? Economic? Power? Control? I believe that, as years pass, we will find out. What is clear now is that the lack of social interactions due to distancing will take its toll on us in the future. Isolation and uncertainty cause emotional instability, and confinement appears to be the only solution to stop the pandemic. These moments of reflection on our lives lead me to consider all we are losing; the home has become a bunker for survival. From this place, we watch other families grieving their losses, waiting for the inevitable tragic news that a friend or relative is infected. Let us raise our prayers to seek support beyond the earthly; let us pray for each of us to find peace, freedom, and universal fraternal unity.
In the artwork, the main character is a woman looking out from her nearly ruined window. In her mind, she searches for answers, filled with nostalgia for the past. Below lies a darkened city; there are lights in other homes and some that will never shine again. In her hand, she holds sacred geometry, natural wisdom that will harmonize the world. With complementary colors, green for hope and red as a warning, the painting offers a dynamic composition with diagonal strokes to achieve balance in form. The ascending direction leads to the character's forehead, where the third eye resides, and free brushstrokes seek to converse with the spirit.
 
Es muy trascendente en la historia de nuestros tiempos el tema de la pandemia de COVID-19. Esta situación ha cambiado nuestra forma de vida; aún no queda claro qué está pasando en realidad. Quisiéramos saber la verdad: ¿qué intereses hay?, ¿económicos?, ¿de poder?, ¿de control? Creo que con el paso de los años lo sabremos. Lo que sí me queda claro es que la falta de interacciones sociales, debido al distanciamiento, nos pasará factura en el futuro. El aislamiento y la incertidumbre provocan inestabilidad emocional, y el confinamiento parece ser la única solución para frenar la pandemia. Estos momentos de reflexión sobre nuestras vidas me llevan a pensar en todo lo que estamos perdiendo; el hogar se ha convertido en un búnker de supervivencia. Desde este lugar observamos a otras familias en su duelo de pérdida, y esperamos la trágica noticia inevitable de que algún amigo o familiar esté contagiado. Elevemos nuestras plegarias para buscar un apoyo más allá de lo terrenal, pidamos por cada uno de nosotros para encontrar paz, libertad y unidad fraternal universal.
En la obra aparece como personaje principal una mujer que observa desde su ventana, casi en ruinas. En su mente, busca respuestas mientras la invade la nostalgia del ayer. Abajo, la ciudad en penumbras; hay luces en otros hogares y algunas que ya no iluminarán más. En su mano sostiene la geometría sagrada, la sabiduría natural que armonizará el mundo. En colores complementarios, verde de esperanza y rojo de advertencia, se percibe una composición dinámica con trazos diagonales que logran un equilibrio en la forma. La dirección ascendente hacia la frente del personaje, donde se encuentra el tercer ojo, y las pinceladas libres intentan dialogar con el espíritu.